La llama, Su voz suena fuerte, autoritaria pero con mucho Amor. Ella, aparece y Su amo la admira,
-Túmbate en la cama, esclava!, ella, lo hace.
-!Desnúdate!, la esclava, se va desprendiendo de su ropa poco a poco, con delicadeza, imaginando que son las Manos de Su Amo quién la acaricia. Está desnuda, Su amo la recorre tan solo con Su mirada y ella ya está húmeda
-!Tócate, perra!. mis manos son Sus manos , Amo mío, y empieza a acariciar su cuerpo, su piel ya no es su piel, sus manos ya no son sus manos y su deseo se desboca. Acaricia sus pechos, los pezones duros, la piel se le eriza mientras baja y recorre con la yema de los dedos su vientre, hasta que llega a su sexo, y se abre despacio para que Su amo la vea y la sienta, como ella lo está haciendo.
Acaricia su sexo, introduce sus dedos, no cierra los ojos, se pierde en la mirada de Su amo, se deja llevar, siente, goza y cuando está punto de tener un maravillosos orgasmo. su Amo la penetra, y ella contempla fascinada, como desaparece dentro de Su cuerpo.
Ve Su miembro entrar y salir de su interior. Su amo, tiene los ojos entornados, la boca tensa, la frente sudorosa. Su olor es el olor del deseo, de la pasión, una mezcla de jabón y un toque de almizcle.
La esclava, desliza las manos por Su pecho, siente el movimiento de Sus músculos, acaricia Sus pezones, los pellizca con cuidado y al ver que gime de placer, vuelve a hacerlo. Su Amo la mira, se detiene y se queda mirándola en silencio, ella le devuelve la mirada.
se aferra a sus caderas. Su amo, ajusta sus posiciones con movimientos expertos y la penetra aún mas hondo.
-!levanta las piernas y apoyalas en Mis hombros! le ordena Su amo.
La esclava lo hace y se alegra de haber obedecido, bendito Su Amo, La llena por completo.
Siente calor, dolor, placer y una deliciosa sensación de plenitud.
La penetra con mas fuerza, sus cuerpos chocan ritmicamente, su vientre contra el suyo. La esclava aferrada a sus hombros,ve como el pulso de Su cuello late con fuerza y rapidez.
No puede contener un grito, el placer es demasiado grande, esta unida a Él, falta poco para que se desate, pero aún no.
Se mueven al unisono, el sexo de la esclava arde, con un calidez que se expande, mientras el placer sube y sube,en la mirada de Su amo ve que tiene Su permiso, y se tensa hasta que acaba rompiéndose.
El placer la deja sin aliento y su cuerpo explosiona, respira y observa a Su amo, inmerso es su clímax, con un jadeo, da una última embestida, tan fuerte que la empuja hacía arriba. Escucha su placer, antes de derrumbarse completamente saciado.
Abrazados son uno